Qué alimentos puedo comer si tengo diabetes
La diabetes como todos sabemos es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. Con el tiempo, el exceso de glucosa puede causar problemas serios, sin embargo, mediante el control de peso, una dieta adecuada y ejercicio, se pueden reducir esos niveles. Conoce lo que puedes comer si te han diagnosticado diabetes.
Tipos de diabetes
Hay dos tipos de diabetes: en la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2 (la más común) el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. La American Diabetes Association (ADA) difunde una lista con los 10 alimentos aconsejados para diabéticos. Todos ellos tienen un bajo índice glucémico y brindan nutrientes esenciales.
Lista de alimentos para diaforéticos
Seguir una buena alimentación nos ayuda a controlar nuestro azúcar en sangre y, por tanto, a evitar complicaciones en nuestra diabetes. Sin embargo ¿sabes qué debemos comer y qué no? Hoy te traemos la lista de alimentos para diaforéticos que poca gente conoce y que debes poner en la puerta de tu nevera. ¡No te despistes y sigue leyendo!
Cualquier persona debe seguir un estilo de vida saludable, con ejercicio y alimentación sana y equilibrada, pero nosotros como diaforéticos aún más. De nuestra alimentación va a depender en gran medida nuestro día a día y nuestros descontroles de glucosa, por lo que ten muy presente qué alimentos podemos y debemos consumir y cuáles no.
Grasas y azúcares
La primera norma del diaforético es evitar el azúcar, tiene lógica. Sin embargo, sí que podemos consumir endulzantes sin calorías como la stevia. Si eres goloso, puede parecerte un problema, pero la realidad es que tenemos muchas recetas e ideas saludables y ricas que harán las delicias de los paladares más dulces ¡Desterremos el azúcar de la cocina!
En cuanto a las grasas, tenemos que evitar las llamadas grasas malas y apostar firmemente por el aceite de oliva virgen, uno de los grandes secretos de la dieta mediterránea. Para picar entre horas, elige snacks horneados, que siempre son más saludables, sustituye la mantequilla por margarina y utiliza aderezos light.
En esta categoría, también tenemos que hablar de las grasas saludables que contienen por ejemplo, los frutos secos, sobre todo nueces, almendras y avellanas. Este tipo de alimentos además de ser saludables son muy saciantes.
Harinas y cereales
Las harinas blancas debemos descartarlas, pero las harinas integrales podemos tomarlas sin problema. En nuestra lista de alimentos para diabéticos debes incluir las harinas de soja, salvado, avena o cebada.
Con los cereales ocurre lo mismo, tenemos que decantarnos por granos integrales como el arroz integral y por el pan de grano entero, como el pan de trigo integral.
En este apartado, tenemos que destacar la cebada. Escogerla como sustituto del arroz blanco ayuda a reducir el azúcar en sangre hasta en un 70% ¿Cómo? Gracias a sus ricas fibras solubles.
Frutas y verduras
Las frutas y verduras tienen que ser un pilar fundamental en nuestra alimentación, aunque en el primer grupo tenemos que evitar el mango, la piña o las uvas, porque contienen mucho azúcar.
Entre las frutas, la manzana sacia el apetito, combate el colesterol malo y previene el desequilibrio de los niveles de azúcar en sangre. Verde o roja, es un gran tentempié que debemos tener entre las primeras posiciones entre nuestra lista de alimentos para diabéticos.
Por su parte, el aguacate contiene grasas que impiden que los niveles de azúcar se disparen después de las comidas, por lo que es capaz de revertir la resistencia a la insulina.
Otro alimento de cabecera es el brócoli, ya que gracias a que contiene fibra, antioxidantes y cromo, ayuda a regular el azúcar a largo plazo.
En general, podemos consumir vegetales siempre y cuando estén crudos, cocidos al horno, a la parrilla o al vapor. Los más recomendables son las de hojas verde oscuro (espinaca o acelga), la berenjena, la calabaza o los espárragos.
Carnes y proteínas
Entre las proteínas tenemos que procurar comer pescados azules, que con sus ácidos grasos ayudan a controlar la diabetes y a bajar los niveles de colesterol. El salmón, el atún o las sardinas además de beneficiar en estos aspectos, nos ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo.
En cuanto a las carnes, debemos tomar carnes blancas, como pollo o pavo y cortes sin grasa, siempre cocinadas asadas, a la plancha o al vapor.
Los huevos, además, son alimentos con un gran valor nutricional, con minerales y vitaminas muy beneficiosas. Para los diabéticos son recomendables, ya que no interfieren con nuestra glucosa, aunque, como todo el mundo, debemos tomarlos con moderación si no queremos que se nos dispare el colesterol.
Lácteos
Aunque muchos médicos desaconsejan tomar leche cuando se es diabético, algunos investigadores aseguran que los hidratos de carbono de la leche se absorben lentamente, lo que ayuda a mantener nuestros niveles de azúcar. Las proteínas de la leche y el magnesio que contiene ayudan a elevar la acción de la insulina y aporta vitamina A, C y D.
Lo más recomendable es tomar productos desnatados, que aportan todos los nutrientes, pero eliminando la parte grasa.
Listado de los mejores alimentos para diabéticos
Hacer una dieta siguiendo los elementos previamente mencionados va a permitirnos tener una alimentación correcta, y que nos permita llevar en control de la diabetes.
A la hora de preparar la dieta para diabéticos, existen una serie de alimentos específicos que, de incluirlos en tu dieta, regularán los niveles de azúcar en sangre y te permitirán obtener otra serie de beneficios:
Frutas cítricas. Como las naranjas, las limas y los limones.
Vegetales de hojas oscuras. Como las espinacas o las coles rizadas y/o verdes.
Bayas y frutos rojos. Pescados con ácidos grasos omega-3. Atún, sardinas, salmón, caballa, bacalao.
Tomates.
Grasas poliinsaturadas saludables. Nueces, aguacates, aceite de oliva, almendras.
Batata.
Frijoles.
Por el contrario, los alimentos que debemos evitar a toda costa son:
Alimentos con grasas saturadas y grasas trans.
Carnes procesadas.
Productos horneados. ¿que tipo?
Aperitivos previamente procesados.
Bebidas azucaradas.
Alimentos salados.
Comidas fritas.
Lácteos con altos niveles de grasa.
En la lista de alimentos para diabéticos entran todos los tipos de alimentos, aunque con precauciones. Evita los azúcares, controla los hidratos de carbono e incluye en tus recetas alimentos que mejoren los niveles de azúcar en sangre. Recuerda que una correcta alimentación repercute positivamente en nuestra salud, en tu diabetes y en ti. Coge la lista de alimentos para diabéticos que te recomendamos y no te saltes ni una recomendación.
¿Has notado cómo influye una buena alimentación en tu diabetes
Consejos de alimentación para el diabético
Llevar una alimentación saludable es una de las claves en el control del paciente diabético. Aquí tienes algunos consejos muy útiles para lograrlo:
Controlar el nivel de glucosa en sangre
Cuando se ingieren alimentos con un índice glucémico alto, en el organismo se aumenta muy rápido el nivel de glucosa en sangre, como consecuencia se segrega insulina en cantidades elevadas; las células no pueden quemar tanta glucosa y el metabolismo de las grasas se activa. Esta glucosa se transforma en grasa, que se almacenará posteriormente en el tejido adiposo. La insulina que habíamos conseguido segregar, tras dos o tres horas, utiliza toda la glucosa y llegamos a la hipoglucemia, sintiendo la necesidad de comer de nuevo.
Por tanto, se van a preferir alimentos que contengan un índice glucémico bajo, y siendo preferentes los azúcares simples, en la medida de lo posible. Se recomienda el consumo de cereales integrales y alimentos rico en fibra.
Mantener un peso adecuado
Se aconseja seleccionar alimentos saludables y mantenerse físicamente activo, para evitar el sobrepeso y la obesidad.
Equilibrar la proporción de nutrientes
La relación óptima en el aporte de nutrientes es 65% carbohidratos, 15% de proteínas y 30% de grasas.
Además, la alimentación debe de aportar una cantidad adecuada de nutrientes esenciales como las vitaminas y los minerales, ácidos grasos esenciales, etcétera. Debe tratarse de un proyecto individualizado a las necesidades de cada persona, sus preferencias y estilo de vida.
Hay que conseguir un nivel de lípidos en sangre adecuados
Los diabéticos por su metabolismo, son uno de los principales grupo de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, hay que tratar de cocinar con menos grasa y limitar el consumo de alimentos que son altos en grasas saturadas, ya que aumentan los niveles de colesterol.
Tratar de consumir los alimentos frescos y evitar los alimentos procesados
Es preferible consumir frutas frescas, cereales o verduras frescas, que alimentos procesados como bollería industrial, comidas preparadas, conservas.
Disminuir o eliminar de su dieta la cantidad de alimentos ricos en grasa como embutidos, mantequilla, aderezos de ensalada, grasa de cerdo, etcétera.
Comer cinco veces al día.
Las proporciones de las comidas deben ser más pequeñas, para ello por ejemplo se puede usar platos más pequeños.
Mantener el equilibrio de glucosa en sangre, repartiendo la alimentación diaria a ser posible en cuatro o cinco comidas.
Es importante realizar la comida siempre a la misma hora, evitando omitir comidas y siguiendo el plan alimenticio lo mejor que se pueda.
Masticar despacio.
Cuidar los riñones
El riñón suele ser un órgano afectado en los diabéticos, ya que éste hace un sobre esfuerzo cuando hay ausencia de insulina, por lo que el exceso de sodio puede llegar a ser peligroso.
Cocinar con menos sal y disminuir los alimentos con alto contenido en sodio.
Limitar la ingesta de alimentos altos en azúcares, tales como bebidas con sabor a frutas, refrescos carbonatados, té o café endulzados con azúcar…
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Consumir alimentos ricos en fibra
Entre ellos destacan los cereales, la avena, el arroz integral, etcétera. Los alimentos ricos en fibra ralentizan el paso de la comida a través del estómago y el intestino, disminuyendo la absorción de los hidratos de carbono.
Practicar ejercicio físico
La práctica del ejercicio físico constituye un elemento imprescindible junto con la dieta y la medicación. Mejora:
• La sensibilidad de la insulina.
• Las cifras de tensión arterial.
• La reducción de peso.
• El perfil lipídico.
• La función cardiovascular.
• Sensación de bienestar.
Importancia de la dieta en la diabetes
Como ya es del conocimiento de todos los que me han seguido y los que están documentados con los por menores sobre el trastorno entendemos que una buena alimentación es una de las herramientas indispensables para el control de una enfermedad como la diabetes. La dieta ideal para el paciente diabético es aquella que se ajusta a las necesidades, gustos, nivel de actividad física y estilo de vida de cada uno.
Las recomendaciones de la dieta para un paciente diabético no difieren de la dieta para la población general, excepto en la necesidad de repartir la toma de los hidratos de carbono a lo largo del día y en el número de tomas.
Es recomendable que el paciente comprenda su dieta y los principios en los que se basa, para que sea capaz de diseñar sus propios menús y de tomar decisiones importantes respecto a su alimentación. Cuando el profesional le diseñe una dieta, el paciente diabético puede y debe realizarla libremente planificada, una vez ha recibido las directrices adecuadas. De esta manera va a poder intercambiar diariamente unos alimentos por otros para confeccionarse el menú adecuado a sus posibilidades.
Los objetivos básicos que debe cumplir una dieta en la diabetes son:
Ser nutricionalmente completa (dieta equilibrada).
Mantener o acercar el peso al ideal.
Contribuir a normalizar los niveles de glucemia.
Atenuar el riego cardiovascular (niveles de lípidos y tensión arterial).
Contribuir a mejorar el curso de las complicaciones que puedan presentarse.
Adaptarse a los gustos de los pacientes.
Nutrición y diabetes
Una buena alimentación es una herramienta indispensable para el buen control de una enfermedad como la diabetes. La dieta de un diabético debe ir enfocada a ayudarle a normalizar sus niveles de glucemia.
La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo es incapaz de usar y almacenar apropiadamente la glucosa, lo que provoca su permanencia en sangre en cantidades superiores a las normales. Esta circunstancia altera, en su conjunto, el metabolismo de los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas.
Los dos tipos más frecuentes de diabetes son: la tipo 1 y la diabetes de tipo 2.
Los síntomas, entre otros, que pueden aparecer son:
sed, aumento de la cantidad de orina, aumento del apetito, picores, infecciones o enfermedades cardiovasculares asociadas.
Para controlarlos, el tratamiento de la diabetes se basa en seis pilares fundamentales:
Plan de alimentación.
Plan de ejercicio físico.
Medicación.
Hábitos generales de higiene.
Plan de autocontrol.
Controles periódicos.
Consejos de alimentación para el diabético
En la diabetes es importante equilibrar la porción de nutrientes.
Llevar una alimentación saludable es una de las claves en el control del paciente diabético. Aquí tienes algunos consejos muy útiles para lograrlo:
Controlar el nivel de glucosa en sangre
Cuando se ingieren alimentos con un índice glucémico alto, en el organismo se aumenta muy rápido el nivel de glucosa en sangre, como consecuencia se segrega insulina en cantidades elevadas; las células no pueden quemar tanta glucosa y el metabolismo de las grasas se activa. Esta glucosa se transforma en grasa, que se almacenará posteriormente en el tejido adiposo. La insulina que habíamos conseguido segregar, tras dos o tres horas, utiliza toda la glucosa y llegamos a la hipoglucemia, sintiendo la necesidad de comer de nuevo.
Por tanto, se van a preferir alimentos que contengan un índice glucémico bajo, y siendo preferentes los azúcares simples, en la medida de lo posible. Se recomienda el consumo de cereales integrales y alimentos rico en fibra.
Mantener un peso adecuado
Se aconseja seleccionar alimentos saludables y mantenerse físicamente activo, para evitar el sobrepeso y la obesidad.
Equilibrar la proporción de nutrientes
La relación óptima en el aporte de nutrientes es 65% carbohidratos, 15% de proteínas y 30% de grasas.
Además, la alimentación debe de aportar una cantidad adecuada de nutrientes esenciales como las vitaminas y los minerales, ácidos grasos esenciales, etcétera. Debe tratarse de un proyecto individualizado a las necesidades de cada persona, sus preferencias y estilo de vida.
Hay que conseguir un nivel de lípidos en sangre adecuados
Los diabéticos por su metabolismo, son uno de los principales grupo de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, hay que tratar de cocinar con menos grasa y limitar el consumo de alimentos que son altos en grasas saturadas, ya que aumentan los niveles de colesterol.
Tratar de consumir los alimentos frescos y evitar los alimentos procesados
Es preferible consumir frutas frescas, cereales o verduras frescas, que alimentos procesados como bollería industrial, comidas preparadas, conservas…
Disminuir o eliminar de su dieta la cantidad de alimentos ricos en grasa como embutidos, mantequilla, aderezos de ensalada, grasa de cerdo, etcétera.
Comer cinco veces al día
Las proporciones de las comidas deben ser más pequeñas, para ello por ejemplo se puede usar platos más pequeños.
Mantener el equilibrio de glucosa en sangre, repartiendo la alimentación diaria a ser posible en cuatro o cinco comidas.
Es importante realizar la comida siempre a la misma hora, evitando omitir comidas y siguiendo el plan alimenticio lo mejor que se pueda.
Masticar despacio.
Cuidar los riñones
El riñón suele ser un órgano afectado en los diabéticos, ya que éste hace un sobreesfuerzo cuando hay ausencia de insulina, por lo que el exceso de sodio puede llegar a ser peligroso.
Cocinar con menos sal y disminuir los alimentos con alto contenido en sodio.
Limitar la ingesta de alimentos altos en azúcares, tales como bebidas con sabor a frutas, refrescos carbonatados, té o café endulzados con azúcar…
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Consumir alimentos ricos en fibra
Entre ellos destacan los cereales, la avena, el arroz integral, etcétera. Los alimentos ricos en fibra ralentizan el paso de la comida a través del estómago y el intestino, disminuyendo la absorción de los hidratos de carbono.
Practicar ejercicio físico
La práctica del ejercicio físico constituye un elemento imprescindible junto con la dieta y la medicación. Mejora:
La sensibilidad de la insulina.
Las cifras de tensión arterial.
La reducción de peso.
El perfil lipídico.
La función cardiovascular.
Sensación de bienestar.
Control de la glucosa en la diabetes
Uno de los factores que más va a afectar en la glucosa va a ser la cantidad de hidratos de carbono que consuma en cada ingesta. Si cada día consume diferentes cantidades, la glucosa oscilará. Por ello, uno de los objetivos principales es que el plan de alimentación se centre en que en las comidas diarias se mantenga siempre la misma cantidad de hidratos de carbono. Para esto se utilizan tablas de equivalencia de diferentes grupos de alimentos.
La cifra de glucosa en sangre se considera normal cuando es menor de 110 mg/dl. Hablamos de diabetes si:
La glucemia en ayunas en plasma venoso es mayor o igual a 126 mg/dl al menos en dos ocasiones.
Se presentan los síntomas de diabetes y una glucemia al azar en plasma venoso mayor o igual a 200 mg/dl; aunque no se esté en ayunas, no haría falta una segunda prueba.
La glucemia en plasma venoso a las dos horas de la prueba de sobrecarga oral, mayor o igual a 200 mg/dl.
La sobrecarga oral es una prueba diagnóstica que consiste en administrar una dosis de glucosa de 75 g en agua, con la posterior extracción de sangre en diferentes tiempos (0 min., 30 min., 60 min., etc), determinando así el nivel de glucosa en sangre.
Endulzar la vida sin azúcar es posible; gracias a edulcorantes como la stevia, que es 100% natural y 30 veces más dulce que la sacarosa, nuestros platos pueden adquirir ese sabor dulzón que tanta gente necesita y, lo mejor de todo, aportando casi ninguna caloría, y controlando los niveles de azúcar en sangre. Se convierte, de este modo, en el aditivo perfecto para todos y, muy especialmente, para las personas con diabetes.
Pero, ¿cómo logra la stevia ser tan sumamente dulce y ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre? Si bien estas dudas estaban hasta ahora sin responder, expertos de la Universidad de Leuven (Bélgica), en colaboración con especialistas de la Universidad de Oxford (Reino Unido), han descubierto el mecanismo que lo hace posible.
La stevia estimula las proteínas encargadas de percibir el sabor
Tras realizar experimentos en ratones, los expertos comprobaron que la clave está en la estimulación de las proteínas TRPM5, es decir, aquellas que se encuentran en las células gustativas y en el intestino, y que son las encargadas de enviar al cerebro los mensajes gustativos. Los especialistas se percataron de que los componentes activos del extracto de este edulcorante, el esteviósido y el rebaudiosido, potencian las proteínas TRPM5 y, por tanto, aumentan la capacidad de la lengua para percibir el gusto dulce, amargo y umami (sabroso).
Asimismo, también observaron que al estimular estas proteínas TRPM5, también se consigue que el páncreas libere la insulina correcta, por lo que evita niveles altos de azúcar en la sangre y, por ende, puede prevenir el desarrollo de enfermedades como la diabetes tipo 2, una patología asociada a malos hábitos de vida, y provocada por la liberación insuficiente de insulina por parte del páncreas.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores separaron a los ratones en dos grupos. Si bien en ambos casos recibieron una dieta rica en grasa, solo a uno de los dos grupos se le administró también una dosis diaria de stevia. Lo que observaron fue que, transcurrido el tiempo, aquellos ratones que no habían recibido la dosis de stevia diaria habían desarrollado diabetes tipo 2, mientras que el porcentaje de esta enfermedad fue inferior en aquellos que sí habían consumido stevia. Además, también descubrieron que aquellos roedores que no presentaban las proteínas TRPM5 también desarrollaban diabetes tipo 2, aunque hubieran consumido diariamente este edulcorante.
Si bien los resultados de este estudio son alentadores, y podrían suponer el desarrollo de nuevos tratamientos para controlar e incluso prevenir la diabetes, Koenraad Philippaert, uno de los investigadores principales de la Universidad de Leuven, advierte de que aún faltan estudios para corroborar estos resultados en humanos.